Titulares

Santísimo Cristo de la Divina Misericordia
Edwin González Solís, Noviembre de 2011
Conjunto escultórico totalmente anatomizado. 220 centímetros.

El conjunto escultórico del Santísimo Cristo de la Divina Misericordia está compuesto por una imagen del Señor muerto que se muestra en brazos de un ángel. La figura celeste, más que sostener el cuerpo inerte del Salvador -al que acaricia con su brazo derecho-, parece acompañar el movimiento ascendente que caracteriza a éste. De esta forma el conjunto sugiere la presencia de la fuerza de Dios, a la que el ángel alude al levantar su brazo izquierdo, que acepta el sacrificio de Cristo y devuelve al Salvador a la vida.
El misterio representa una alegoría del ofrecimiento del sacrificio de Cristo por la Salvación de género humano, de forma que aparece el ángel mostrando el cuerpo muerto del Salvador que se ha entregado por nosotros. El hecho de que las imágenes sugieran con su dinamismo la presencia de Dios Padre que acepta el holocausto de su Unigénito, puede hacer interpretar que el conjunto representa el momento mismo en que el cuerpo de Jesús vuelve a la vida en la Resurrección.  De esta forma, puede relacionarse la obra con el himno de Filipenses que muestra a Cristo como siervo de Dios en su Misterio Pascual, donde San Pablo habla de que "Dios lo levantó y le concedió el nombre sobre todo nombre" (Flp 2, 9).

La crítica artística ha elogiado la originalidad de la inconografía, con escasísimos precedentes en la escultura, así como la composición del conjunto y el tratamiento de las anatomías. Del mismo modo se ha elogiado la labor de policromía, con cuidadísimos detalles y matices, donde destaca además el estofado de las alas del ángel.

Para más información sobre los orígenes de la iconografía, pueden consultar un interesante artículo de N.H.D. Rogelio Rubio en el siguiente enlace



Ntra. Sra. la Virgen del Rosario

Manuel Pineda Calderón, Mayo de 1944.
Imagen de candelero, 160 centímetros, con Niño Jesús.

La Santísima Virgen aparece de pie, portando al niño Jesús en su brazo izquierdo y el cetro real en la mano derecha. La cabeza de la imagen presenta un leve escorzo hacia la izquierda, inclinándose levemente hacia delante en contacto con la mirada del fiel. Los labios se presentan cerrados, como es costumbre en la imágenes letíficas. Lleva el pelo tallado, con raya al centro. Dos grandes mechones cuelgan a ambos lados del rostro, más grande y adelantado el derecho, que llega a desacansar sobre la clavícula de dicho lado. Los lóbulos inferiores de las orejas quedan al aire para permitir el uso de los pendientes.

La imagen del Niño Jesús, completamente anatomizado, aparece en actitud semisedente,desansando en el brazo de la santísima Virgen. Adelanta la pierna izquierda al tiempo que abre los brazos totalmente, bendiciendo con el derecho. El modelado del pelo cubre la práctica totalidad de las orejas, cayendo por detrás y recontándose en el cuello. Un gran mechón cae en el centro de la frente. Las cejas, finas y araqueadas, dan paso a unos ojos muy abiertos y vivaces, de gran expresividad. La nariz, corta y respingona, destacha en unos hermosos cachetes que se resaltan aún má por el sonrosado de la policromía.La pequeña boca aparece cerrrada, con labios bien dibujados y sonrientes. Su mirada es frontal.


María Santísima de la Trinidad


Edwin González Solís, mayo de 2013

Imagen de candelero, 170 centímetros de altura.



La Sagrada Imagen de María Santísima de la Trinidad representa a la Virgen dolorosa en la muerte del Señor. Su advocación, nacida de la reflexión sobre el misterio pascual sintetizado en el conjunto escultórico de la Divina Misericordia, sitúa a Santísima Virgen en el centro del misterio de la Trinidad como Hija del Padre, “esclava” de su voluntad; Madre del Hijo, educadora de Cristo a la par que su primera discípula; e Instrumento del Espíritu Santo en la obra de la salvación. En la espiritualidad de la Hermandad, la Virgen, una vez restaurada la vida de la Gracia por el sacrificio de Cristo, se presenta a la vez como Madre e intercesora por nosotros y Modelo en el seguimiento de su Hijo, a un tiempo tan humana como nosotros y tan plena de Dios que goza de la comunión íntima con las tres Divinas personas desde donde intercede siempre por sus hijos.

La Sagrada Imagen de la Virgen es una imagen de candelero para vestir de excepcional factura. Representa a María como una mujer de equilibrada belleza y serena, aunque profunda, aflicción. Escultóricamente, destaca por la gran plasticidad de su modelado, que puede observarse al contemplar la talla desde diferentes alturas y posiciones. Cuenta con una riquísima policromía llena de veladuras, continuadora del complejo trabajo con los óleos que el autor realizó en la Sagrada Imagen del Señor. De carnaciones pálidas y edad indefinida, la Virgen inclina levemente el rostro hacia su izquierda buscando con la mirada el contacto con el fiel. Su actitud refleja también un equilibrio entre la intensidad interior y el contacto con el fiel. Ensimismada en su llanto y en la reflexión interior del Misterio, un punto en su expresión la abre también al contacto con el fiel, a quien escucha desde su dolor.


Patriarca Bendito Señor San José

David Valenciano Larios, Junio de 2008
Imagen de vestir, 160 centímetros.

La imagen de San José representa al Santo Patriarca llevando de la mano a un pequeño niño Jesús. Porta la vara de azucenas en el brazo izquierdo. La imagen está concebida asimismo para acompañar a la Santísima Virgen del Rosario en el Belén parroquial durante el tiempo de Navidad, retirándosel la imagen del divino infante que le acompaña durante el resto del año.